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Cinco mitos sobre la Navidad

Por History Channel Latinoamérica el 12 de Agosto de 2021 a las 21:38 HS
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¿Por qué muchos historiadores sostienen que Jesús no nació el 25 de diciembre? ¿Quién fue Papá Noel? ¿Cuántos eran los Reyes Magos? Muchas de las costumbres que practicamos durante la Navidad no serían como creemos que son. Sus orígenes, en base a varios estudios realizados, nos pueden llegar a sorprender.

 

El árbol del milagro

Muchas personas arman el arbolito sin saber por qué lo hacen, ni qué significa, pero cumplen con esa tradición religiosamente todos los 8 de diciembre. Otras lo relacionan con la figura de Papá Noel, sin embargo, sus orígenes se remontan al siglo VIII, según relata la leyenda más conocida, cuando San Bonifacio fue a Germania para convertir paganos al cristianismo. En una noche de Navidad, los germanos intentaron sacrificar un niño debajo de un árbol y San Bonifacio, furioso, arrancó el tronco de raíz y emergió de ellas un pino. Con su acción, no solo salvo la vida del niño, también logró que la mayoría de los presentes se convirtieran al cristianismo, ya que lo consideraron un acto milagroso.  Pero fue recién en el siglo XVI  que se empezaron a colocar los árboles de Navidad dentro de los hogares. La tradición pasó a Gran Bretaña, de allí a Estados Unidos y de ahí llegó a América Latina.

 

Los magos no eran reyes

 “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.” –Mateo 2:1-3. El evangelio de San Mateo es el único que menciona la figura de los magos, pero no da sus nombres y tampoco cuantos eran. Fue en el siglo III, cuando Quinto Tertuliano menciona por primera vez a los magos como reyes o de estirpe real. Posteriormente, durante el siglo IV, se estableció que sean tres, en representación al oro, incienso y mirra, y se conocieron sus nombres. La figura del rey negro Baltasar nació en el siglo XVI, se cree que por razones ecuménicas, e incluso en ocasiones se lo representó como Jefe Indio. Según diferentes historiadores, con la imagen de los tres Reyes Magos se pretendió otorgar universalidad a la llegada Jesús. En actualidad, millones de niños aguardan su llegada cargada de regalos.

 

De Turquía al Polo Norte

La historia de Papa Noel, también llamado San Nicolás, Santa Claus o Padre de Hielo, está íntimamente relacionada con el Santo Nicolás de Bari, quien nació en Turquía en el siglo IV en el seno de una familia adinerada. Luego del fallecimiento de sus padres, a los 19 años decidió donar su fortuna y dedicar su vida al sacerdocio. San Nicolás falleció el 06 de diciembre del año 345 y la razón que se lo represente con una bolsa, repartiendo regalos, se originó cuando supo que la hija de un vecino iba a casarse y como su padre no tenía dinero para la fiesta, decidió entregarle una bolsa de monedas de oro. A partir de ese gesto de bondad, comenzó la costumbre de intercambiar regalos en navidad, sin embargo, su aspecto físico era muy distinto al que  conocemos en la actualidad; era alto y delgado. Su historia e imagen fueron cambiando con el tiempo y muchos de esos cambios son atribuidos a invenciones estadounidenses. El primer gran cambio fue en 1823, cuando el escritor Clement Moore escribió el poema, “Una Visita de San Nicolás”, en donde lo recrea sobre un trineo tirado por 9 renos, en vez de repartir los regalos montado en un caballo como se conocía hasta ese momento. La segunda modificación importante se produjo en 1931, cuando una conocida marca de refrescos encargó a un caricaturista que creara un Papá Noel más humanizado. Así surgió como lo conocemos hoy en día, vestido de rojo, con cinturón y botas negras. Hoy se dice que vive en el Polo Norte y con la ayuda de muchos duendes prepara los regalos para todos los niños.

 

¿Cuándo nació Jesús?

Existen varias teorías que sostienen, incluso de autores cristianos, que el nacimiento de Jesús no fue el 25 de diciembre, como cree la mayoría, y se cree que se eligió esa fecha para festejar la llegada de Cristo porque coincidía con la fiesta pagana que se realizaba, previo a su llegada, por el nacimiento del sol. Era el día en que los romanos celebraban la festividad del “nacimiento del sol invicto”, Mitra (Mithras), el alargamiento del día frente a la noche invernal, la victoria de la luz sobre las tinieblas. Esta misma tesis es admitida por numerosos autores cristianos. Credner, en 1833, señalaba: “Los Padres transfirieron la conmemoración del 6 de enero al 25 de diciembre porque la costumbre pagana quería que se celebrara en esta fecha el nacimiento del Sol, encendiendo velas en signo de alegría, y porque los cristianos tomaban parte en estos ritos y festejos. Cuando los doctores vieron cuán ligados seguían los cristianos a esta fiesta, tomaron la decisión de hacer que la Natividad se celebrara en este día”. La tradición dice que la fiesta de la Navidad fue instituida por el papa Julio I, pero no hay ningún documento que permita asegurarlo. Por eso algunos estudiosos del tema sostienen que bajo el reinado del emperador de Occidente Honorio, entre los años 395 y 423, fue cuando el 25 de diciembre se convirtió en fiesta religiosa, puesta en pie de igualdad con la Pascua y la llegada de los reyes magos. Pero no será hasta el año 440 cuando la Iglesia decida oficialmente celebrar el nacimiento de Jesús en esa fecha. Aun así, ésta no se constituirá fiesta obligatoria hasta que así lo decida el Concilio de Agde, en el 506. Y habrá que esperar al año 529 para que el emperador Justiniano lo instituya como día festivo.

 

Nápoles impuso Pesebre

San Francisco de Asís es el gran artífice del origen de la actual tradición del armado de los pesebres o nacimientos. En 1223 obtuvo un permiso papal para celebrar la misa de Nochebuena de una manera original. En el bosque de Greccio, cerca de Roma, dispuso un altar junto a una cueva, en la que había algunos animales domésticos y un pesebre con heno, para el reposo del Niño Jesús. Ante el éxito que consiguió la celebración, los franciscanos la adoptaron para la celebración de la Navidad. A partir del renacimiento, los pesebres, tal cual los conocemos hoy, se comenzaron a realizar fuera de los conventos, iglesias y monasterios. Sin embargo, la contrarreforma protestante frenó esta manifestación religiosa, que solo los jesuitas mantuvieron viva en el reino de Nápoles. Fue el monarca de esa ciudad italiana y futuro rey de España, Carlos III, quien impulsó su instalación en los hogares fuera de los recintos religiosos cuando ordenó construir un pesebre en uno de los aposentos de su palacio. Ya en España, encargó a unos artistas valencianos uno igual para su hijo. A partir de ese momento, el pesebre se popularizó por todo el reino y se convirtió en una tradición muy arraigada, sobre todo en la Europa Mediterránea y América.