El milagro de Tonga: seis chicos náufragos que sobrevivieron solos en una isla del Pacífico

En junio de 1965, seis adolescentes de entre 13 y 16 años, fantaseaban con la idea de navegar desde la isla de Tonga hasta la isla de Fiji, distante a 800 kilómetros. Al no contar con barco propio, un día decidieron escapar de la escuela e improvisar una solución rápida: tomaron prestado el de un pescador. Lo cargaron de provisiones y hasta un pequeño quemador de gas, pero jamás se les ocurrió llevar un mapa o brújula.

“Esa noche los muchachos cometieron un error grave: se durmieron. Horas más tarde se despertaron porque el agua les golpeaba las cabezas. Estaba oscuro. Izaron la vela, que el viento despedazó rápidamente. Lo siguiente que se rompió fue el timón”, escribió en su libro Humakind el best seller holandés Rutger Bregman.

Este grupo de adolescentes terminó quedando a la deriva durante ocho días, sin comida ni agua potable. Trataban de atrapar peces con las manos y de juntar agua de lluvia en las cáscaras vacías de los cocos. Compartían equitativamente lo poco que conseguían. “Entonces, en el octavo día, observaron un milagro en el horizonte. Una pequeña isla”, siguió Bregman su relato.

“No precisamente un paraíso tropical con palmeras ondulantes y playas de arena, sino una enorme masa de roca que sobresalía 300 metros sobre el océano”, expresó Peter Warner, capitán de la embarcación que los encontró. Sin embargo, según relata Warner, cuando ellos llegaron, los niños ya habían establecido una pequeña comuna con un jardín de vegetales. 

Poseían troncos de árboles ahuecados para almacenar agua de lluvia, un gimnasio con pesas curiosas, una cancha de bádminton, corrales de gallinas y un fuego permanente, todo hecho con sus manos, con la hoja de un viejo cuchillo y mucha determinación. El 11 de septiembre de 1966, la embarcación de Warner rescató a los muchachos que a partir de entonces saltaron a la historia como los protagonistas del milagro de Tonga.

Fuente: infobae.com

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